El pasado 17 de Julio presentamos a la vicepresidenta
del Gobierno de Extremadura Cristina Teniente el proyecto “Hacia la
constitución de un distrito industrial corchero en San Vicente de Alcántara”.
Los resultados no pudieron ser mejores, puesto que
nos extendió el apoyo del Gobierno extremeño a esta iniciativa que parte de la
Universidad de Extremadura, y en concreto, del grupo de investigación de
Historia Económica de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales,
equipo de profesionales con el que colaboro desde hace un tiempo.
Ese día sembramos un germen sobre el que poder
construir una necesidad histórica que demanda el negocio corchero sanvicenteño,
y por extensión el extremeño.
El equipo de investigación de Historia Económica defendiendo el proyecto "Hacia la constitución de un distrito industrial corchero en San Vicente de Alcántara", frente a los agentes institucionales regionales y locales.
A partir de ahora queda una ardua labor de
construcción del modelo socioeconómico que debe vertebrar la economía de San
Vicente de Alcántara, y también de toda su comarca. En este trabajo será muy
importante las aportaciones que hagan las instituciones (regionales y locales),
la propia universidad, las empresas, las asociaciones y del resto de agentes
que formen parte de esta red en donde se confunden los negocios, la cultura, el
entorno y la sociedad de un territorio específico.
Organigrama tipo de un distrito industrial.
Precisamente me gustaría hablar de este aspecto, los agentes que formarán parte del distrito, todos ellos IMPRESCINDIBLES si se quiere llevar a cabo una empresa de la envergadura de la que estamos hablando.
Para entender y justificar este hecho, debemos irnos
a la propia esencia del concepto de lo que es un distrito industrial, para cuyo término podemos tomar distintos matices teóricos según a quien nos refiramos,
pero que a mi personalmente me gusta simplificar en su definición, de la
siguiente forma: Se trata de un consorcio del que forman parte varios elementos
representativos de la sociedad de un territorio, que centra sus esfuerzos y recursos en
potenciar la fuente de vida de ese lugar, capacitando a las empresas que se
asientan en él, favoreciendo la creación de otras nuevas, y permitiéndolas ser
competitivas en un mundo tan hostil como el actual, paradójicamente mediante la
colaboración sincera.
Si se comprende este concepto, es fácil entender que
todos y cada uno de los agentes de los que hacía mención anteriormente son del
todo necesarios, y la explicación es bien simple: todos y cada uno de ellos
forman parte de la sociedad en general, y prescindir de alguno de ellos es
dejar coja la mesa sobre la que construir el distrito.
Esta afirmación la hago a propósito de las opiniones
(respetables, que quede claro) que manifestaron algunos de los agentes que
participaron en las jornadas del día 17, quienes vinculaban el éxito de la
constitución del distrito, a la necesidad de que fuese la rama empresarial la
que liderara el proyecto de forma exclusiva.
Este argumento pierde validez a mi juicio a poco que
se haga un diagnóstico de la realidad del tejido empresarial corchero
sanvicenteño, y sobre todo, a la hora de medir las sensibilidades de las
personas que hay detrás de las empresas,
quienes, transmiten la necesidad
de un apoyo necesario por parte del resto de agentes, tanto de las
instituciones como de la universidad.
Por otro lado está el hecho de las estrategias que
han de fijarse para con el distrito, que han de ser fruto de las negociaciones
de todos los agentes que tienen implicaciones en generar esa capacitación
empresarial necesaria, y que permita al distrito ser una incubadora de empleo
constante. Cuando hablamos de un interés general como este, han de estar
presentes todas las sensibilidades posibles en la toma de decisiones, para que
esas decisiones sean favorables al conjunto de la sociedad del distrito, y esto
solo es posible si forman parte del mismo todos estos agentes.
Me gustaría hablar del papel específico que tiene y
debe tener la universidad en este proyecto, tanto en cuando me veo representado
en este ente.
Para empezar el proyecto “hacia la constitución de un
distrito industrial corchero en San Vicente de Alcántara”, se trata de una
“solución” que parte del propio centro de conocimiento, y que por tanto, para
materializarlo no hay mejor “director de orquesta” que el que lo ha
desarrollado.
También hemos de hablar de la universidad como una
fuente continua de conocimiento y de criterio técnico, algo muy necesario en
este proyecto. La falta de este aspecto y de otros condicionantes precisamente
fueron la causa de los fracasos precedentes de iniciativas similares a las que
nosotros proponemos.
Además, hay que tener en cuenta que, en el marco
económico al que se va a recurrir para poner en marcha las acciones que
planteamos, es necesaria la presencia de organismos públicos de conocimiento,
tales como los centros tecnológicos y la universidad, y concurrir así a
proyectos europeos para optar a la financiación necesaria.
Por último, está el toque de objetividad que una
entidad como la universidad aporta al conjunto del distrito, muy necesario a la
hora de ayudar a tomar decisiones equilibradas.
Por lo tanto, está claro que no podemos entender los
distritos industriales sin la presencia de la universidad, y no lo digo yo, lo
dicen todos los casos de éxito existentes y las teorías que han permitido
ayudar a poner en marcha “herramientas” como ésta, que permiten a las
comunidades de los territorios a
sobrevivir de forma digna.
Enhorabuena por el trabajo realizado. Ahora... A seguir trabajando. Salud
ResponderEliminarMuchas gracias compañero. Un abrazo.
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