Adquisición de “Plasticidad” en el entorno laboral a
través de un ciclo formativo: Las virtudes de estudiar el CFGS de Laboratorio
de Diagnóstico clínico. (Junio 2013)
En Neurobiología existe un término aplicable a las
características del tejido nervioso que se denomina plasticidad neuronal, el
cuál se refiere a “la propiedad que
emerge de la naturaleza y funcionamiento de las neuronas cuando éstas
establecen comunicación, y que modula la percepción de los estímulos con el
medio, tanto los que entran como los que salen”. En otras palabras la
capacidad que tiene dicho tejido de reorganizarse y adaptarse en función de las
necesidades.
Si tenemos en cuenta que nuestro organismo está
constituido en parte por este tejido tan trascendental en el control de
nuestras funciones, incluyendo claro está el referido a aquellas de tipo
psicológicas como pueden ser las intelectuales (el cerebro es el órgano básico
en dónde reside la parte física de todo esto) es posible que podamos llegar a
entender que realmente nuestras conductas, al menos desde un punto de vista
potencial, tienen esa virtud, es decir, poseemos la capacidad de adaptarnos en
función de las circunstancias.
Dicha cualidad es más que necesaria en el entorno
laboral hoy más que nunca si
consideramos la actual coyuntura en la que vivimos en dónde el nivel de
exigencia es máxima.
La Formación Profesional en cierto sentido intenta
ayudar a dotar a las personas en esta característica esencial aplicada al
enfoque laboral.
Basta con irnos a la definición que da de esta etapa
formativa la Ley 3/2011 de Educación de
Extremadura en dónde se le da a la Formación Profesional la finalidad preparar al alumnado para la actividad en un campo
profesional y facilitar su adaptación a las modificaciones laborales, así como
contribuir a su desarrollo personal y al ejercicio de una ciudadanía
democrática, y favorecer la formación a lo largo de la vida.
Un ejemplo claro de esta filosofía lo podemos
encontrar en el Ciclo Formativo de Grado Superior de Laboratorio de Diagnóstico
Clínico, incluido dentro de la oferta formativa de nuestro centro. Los
estereotipos de esta profesión están muy vinculados obviamente al ámbito
sanitario como protagonistas en la contribución del diagnóstico clínico, en
este caso mediante evidencias semiológicas desde el laboratorio de análisis que
ayuden al facultativo a la emisión de su diagnóstico, pronóstico o seguimiento
del paciente. No obstante este nicho laboral es muy limitado y realmente no se
ajusta a la realidad. Esto ya queda de manifiesto en el propio marco legal en
dónde el entorno laboral se extiende. No obstante vamos a argumentar dicho
aspecto a continuación.
Un Perfil
profesional que ayuda.
Se trata de una especialidad de la familia
profesional sanitaria en las que los estudiantes al finalizar su formación, tal
y como se especifica en el marco legal que regula el título (RD 539/1995) y el
currículo oficial (RD 551/1995) van a adquirir
las competencias generales, las
capacidades profesionales así como los requerimientos de autonomía en las
situaciones de trabajo exigidas de tal manera que, al final del ciclo, dispongan
una cierta capacitación para el desarrollo de sus actividades de
manera eficaz, eficiente y autónoma en los siguientes niveles:
- La Gestión de su unidad/gabinete a su nivel en
términos de planificación, asignación de actividades, gestión de recursos y
ficheros de pacientes, etc.
-Adquisición de criterios técnicos para la
interpretación de información propia del puesto en todos los ámbitos técnicos y
de Gestión.
-Manejo y
mantenimiento del aparataje instrumental específico del área de trabajo.
-Diseño y planificación así como despliegue del proceso de análisis a nivel preanalítico (toma, preparación y
conservación de muestras biológicas) analítico (bioquímico, microbiológico,
hematológico y genético) y postanalítico (interpretación y gestión de los
resultados).
-Capacitación para la participación en proyectos de investigación y programas
formativos.
-Desarrollo de su actividad profesional a su nivel
bajo unos cánones mínimos de Calidad, Seguridad y Medioambientales,
flexibilidad para adaptarse a diferentes situaciones posibles incluyendo las
generadas por las innovaciones tecnológicas y organizativas, y con un cierto
criterio para la toma de decisiones.
En resumidas cuentas, van a habilitarse en primer
lugar en el trabajo que se lleva a cabo en un lugar tan específico y particular
como es un laboratorio de análisis de carácter general, aunque obviamente el
escenario preferencial será el del análisis clínico.
Las bases técnicas analíticas, los procedimientos
elementales o el uso de un criterio apropiado para la toma de decisiones ante
una determina situación en cierto
sentido es común a cualquier tipo de laboratorio por lo que el Técnico de
Laboratorio de Diagnóstico Clínico, al acabar su formación deberá estar
habilitado para ello y por tanto le permitirá afrontar cualquier situación
dentro de ese ambiente tan particular.
Esto en una comunidad autónoma como la nuestra en la
que el ámbito analítico está más especializado hacia sectores productivos
alejados del campo sanitario como es el caso del agroalimentario les abre
oportunidades de mercado.
Una
competencia profesional completa y transversal.
Precisamente estas habilidades se aprenden como
consecuencia de la adquisición de unas competencias profesionales basadas en la
necesidad de convivir con el dinamismo que supone la exigencia de un mundo
profesional sujeto a continuos cambios en los factores tecnológicos,
organizativos y económicos. De esta
manera más que los conocimientos en estos campos anteriores mencionados y que
los que se aprendan obviamente serán los específicos del período en el que se
curse la formación, lo más esencial que pudiéramos destacar es el hecho de
desarrollar una potencialidad en la manera de asumir conocimientos tan propio
de las disciplinas científicas, es decir,
el manejo en un procedimiento para la incorporación de nuevos contenidos
a los que ya se han adquirido previamente, y que están condenados a ser
sustituidos por los primeros cual paradigmas fuesen. Este es el verdadero valor
añadido a mi juicio que se puede encontrar en este ciclo formativo.
Profesión
con futuro.
Podemos concluir que el CFGS de Laboratorio de
Diagnóstico Clínico es una opción más que interesante por todo lo expuesto
anteriormente.
Paradójicamente, y a pesar de que vivimos en un
período en el que prima la especialización por encima de todo, una formación
académica como esta en la que se ofrece la posibilidad de adquirir un perfil profesional
concreto y además la adquisición de una cierta capacidad de adaptación a
ámbitos muy cercanos para el cuál se está formado al individuo es sin duda todo
un acierto.
Si nuestro cerebro no dispusiese de los mecanismos de
adaptación de los que hablamos en un principio, obviamente no podríamos
desempeñar nuestras funciones de forma correcta y ante imprevistos no sabríamos
cómo actuar. De la misma manera, un profesional que se preste ha de ajustar su
respuesta a las demandas exigidas que serán continuamente cambiantes por lo que
la capacitación en esta habilidad se hace más que imprescindible para
sobrevivir en un mundo tan hostil para el trabajo como el actual.
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